Por:
Karla Marely Ortega González
Contacto: karla@cactus.iico.uaslp.mx
En la sociedad de la información científica, el conocimiento, el espacio y el tiempo se han transformado debido fundamentalmente a los efectos del nuevo paradigma de la tecnología de la información, lo que ha producido cambios sustanciales en el registro, manejo, uso y acceso a la información. Como representación del pensamiento y del conocimiento, la información nos lleva a considerar que la sociedad la recibe y queda expuesta a la que proviene del lenguaje corriente de los medios masivos, así como la generada por el lenguaje literario, científico y técnico de la literatura especializada.
Hoy en
día las comunidades científicas de primer orden, además de reconocer el valor
de la información, la exigen como un requisito fundamental para realizar
investigación o presentar programas de desarrollo social así lo demuestra su
gasto en
información y la infraestructura que se requiere para su uso, como lo es el
caso de los
productores de información (editores) y las instituciones que la organizan para
su uso colectivo y social (bibliotecas). Cabe mencionar que muchos países entre
ellos México, desde hace algunos años ya empiezan a transformar sus enfoques en
cuanto a esta situación. Como resultado de lo anterior la información figura
entre sus prioridades. Por ello, la disponibilidad de información debe ser
suficiente para garantizar al usuario la satisfacción de sus necesidades,
independientemente del lugar en que se encuentre, coordinando con efectividad
los aspectos técnicos y los factores sociales y políticos.