jueves, 22 de noviembre de 2012

La producción científica digital

Por: Karla Marely Ortega González
Contacto: karla@cactus.iico.uaslp.mx

En la sociedad de la información científica, el conocimiento, el espacio y el tiempo se han transformado debido fundamentalmente a los efectos del nuevo paradigma de la tecnología de la información, lo que ha producido cambios sustanciales en el registro, manejo, uso y acceso a la información. Como representación del pensamiento y del conocimiento, la información nos lleva a considerar que la sociedad la recibe y queda expuesta a la que proviene del lenguaje corriente de los medios masivos, así como la generada por el lenguaje literario, científico y técnico de la literatura especializada.

Hoy en día las comunidades científicas de primer orden, además de reconocer el valor de la información, la exigen como un requisito fundamental para realizar investigación o presentar programas de desarrollo social así lo demuestra su gasto en información y la infraestructura que se requiere para su uso, como lo es el caso de los productores de información (editores) y las instituciones que la organizan para su uso colectivo y social (bibliotecas). Cabe mencionar que muchos países entre ellos México, desde hace algunos años ya empiezan a transformar sus enfoques en cuanto a esta situación. Como resultado de lo anterior la información figura entre sus prioridades. Por ello, la disponibilidad de información debe ser suficiente para garantizar al usuario la satisfacción de sus necesidades, independientemente del lugar en que se encuentre, coordinando con efectividad los aspectos técnicos y los factores sociales y políticos.



Tendencias de catálogos en línea

El siglo XXI ha sufrido una homogenización o mejor dicho una globalización de ideas y de tendencias en cuanto a la cultura y el consumo, (la música, los libros, las películas, la ropa y hasta la lengua nacional o local) ha sido afectada por la cultura anglosajona y asiática. La velocidad del consumo se incrementa al paso de los días y las horas; en cambio los objetos y valores elementales carecen de importancia. 

El entorno Web evidentemente sufre de la globalización si no es que “el” la difunde con más ímpetu e impacto que los otros medios de comunicación tradicionales como los contenidos de la televisión y la radio, mismos que se incorporan a la Web. Si es el caso, entonces es un hecho que somos parte de un sistema o un “Orden Mundial” con un consumo con base en la propaganda, sin embargo, cada quien decide si entrar o que tanto ser parte del sistema mediático. 

En cuanto a las Bibliotecas, Centros de documentación y Archivos queda claro que se deben optar por los modelos de difusión y consumo del sistema; siempre y cuando se utilicen a favor de la cultura y la información que alimenta el intelecto y el espíritu. Es la Biblioteca entonces un refugio para toda aquella dinámica que dirige, administra y dosifica la actividad humana desde su individualidad hasta su integración a los colectivos que están constantemente en competencia mutua dentro del ámbito “social”.