Las colecciones librarías y
los acervos documentales son formatos y contenidos que representan un
testimonio del avance científico, intelectual e institucional. Por lo tanto,
dichos formatos y contenidos son de gran valor utilitario y monetario para la
persona física y moral que los resguarda, conserva y preserva. El hecho de que
un libro o documento no sea consultado no significa que su valor disminuya,
puesto que su contenido puede ser requerido en el presente o futuro inmediato.
Los Archivistas y Bibliotecólogos
son profesionales con perfiles distintos pero con finalidades sincréticas que permiten
la organización y preservación de los documentos con diversos contenidos. Por un
lado el archivo se enfoca a recopilar y unificar (de acuerdo a su temática) documentos
en un sólo expediente para poder organizar todas las variaciones de los
asuntos, mientras que la biblioteca y sus derivados (como la hemeroteca,
videoteca, audioteca, mediateca, etc.) Compran, reciben, donan y descartan
colecciones de acuerdo a las necesidades de los usuarios o de la institución,
no obstante existen bibliotecas que operan con el carácter de depósito legal y
conservan los documentos editados y publicados de su propia institución.
Entendiendo la importancia de estos
elementos es posible establecer la pregunta. ¿Son los profesionales en la organización
de la información y la gestión del conocimiento Bibliotecarios, Archivistas ó
son cadeneros de antro con criterios viscerales? La respuesta no depende de algún
libro o de un profesor que imparta alguna materia en bibliotecología, sino que
depende en gran proporción de las políticas de la institución en la que se
labora y de la situación jurídica en la que esta (institución) se encuentre. Un
documento de carácter institucional puede ser implementado a favor o en contra
de un paro laboral tanto como una foto, audiovisual, libro, cartel o publicación continuable sirve como
testimonio de algún discurso o evento en el pasado o presente de la institución.
El archivo y la biblioteca
institucional son tan valiosos como la infraestructura y reputación de la compañía,
institución, laboratorio, museo, o cualquier otro organismo con necesidades y producción
de datos e información.